La tierra llama para cada agosto, y los sabedores del asunto afinan el alma para la celebración.
La juntada fue en la casa del Bicho Díaz, en las afueras de la ciudad de Córdoba.
Allí se conocieron. Ella se le escapaba en los arrestos de las zambas. Él la cortejaba desde su canto desvelado y afónico.
A la semana siguiente, él daría cumplimiento al designio celestial de suspirarle en el oido del alma -como a las nueve de la noche- cinco poemas, uno cada día de la semana. Tan sólo un poema, y nada más. Una suerte de serenata telefónica del siglo XXI minimalista y letal.
Y así fue. Cinco llamados bastaron para el encuentro definitivo y basal. Ella le pidió una copia de "esos poemas que me leiste". Él cumplió con el pedido, hilvanando entre esos poemas los ires y venires del encuentro; algo así como una crónica de un amor esperado.
Tapa : Estar de Casa. Foto y arte de tapa : Marlen Von During.
soneto de necesidad y urgencia
es que quiero tenerte y no te tengo
es que quiero olvidarte y no te olvido
ya no soy niña mía el que he sido
ni el que ves des-sueñado cuando vengo
cuando vengo a robarte y me sostengo
en la cima precoz de tu latido
y me invento halcón embravecido
sin edad en las garras y ya rengo
sabrá dios el destino de mi suerte
si te olvido y con él la misma muerte
se me enanca en mi vuelo mal herido
o despliego mis alas encendidas
y te llevo a vivir todas mis vidas
y te guardo por siempre en mi nido
/cm/córdoba, 27.03.07 21:37
bien suavita
a Cristina Cassavecchia
vuelve y vuelve el amor y se amanece
a morirnos menguantes de premura
y en la más sinrazón de su locura
va antojando una voz de reverdece
una voz anunciando a quien se mece
en su propio destino hoy premura
un destino con ella que lo cura
un destino con él cuando enmudece
vuelve y vuelve el amor amanecido
pañueleado en su zamba y mecido
en su magia silente bien suavita
y los niños de mi alma van cantando
primaveras de estarnos juntos cuando
sueña el río de sueños que nos grita
/cm/córdoba, set06.
recuerdos caros
yo solía guardar en mi equipaje
la palabra del viento arrepentida
su silencio y la tarde enrojecida
en que fui morador de su paisaje
un pañuelo de seda y el pasaje
de retorno a mi infancia enverdecida
para cuando el invierno de la vida
me deshoje el sentir en sabotaje
y por eso viví como jugando
con un niño en el alma y en mis caras
varios hombres sembrando y sembrando
hoy guardé la fatal alevosía
de la zamba que ayer me regalaras
cuando junto a tu noche yo moría
/cm/córdoba oct06
tan de estar
elijo tu sombra para dormir la mía
descalza de miedos
sabida de andar
salgo a buscarte atravesando ayeres
y el suelo me llama
hablando de ti
palabras sueltas
retazos del hombre que he sido
sin atajos
sin pasturas
palabras sueltas por el aire del día
a la espera de la rama
donde nacerá el nido
palabras sueltas que por el suelo
escriben un vuelo juntos
y en voz baja
/cm/córdoba, 27.03.07 20:41