Un autorretrato marcando un itinerario de lectura a través de la aparición del hombre en sus distintos roles : padre, amante, hijo, amigo, poeta. El hombre completo y dichoso de los seres que lo rodean. El hombre en su máxima expresión, en su máximo esplendor.
Sonido del agua corriendo sobre guijarros. Así es la poesía de Carlos Medina. Poesía para ser leída en voz alta, como los grandes poemas de la historia de la literatura. Poemas que vienen a iluminar el fuego, el mundo. Centrado en la búsqueda de las palabras que lo definan y digan su mundo, sus amores, sus admiraciones y su dicha, Carlos se celebra como padre, con la mujer compañera, con el niño que crece adentro de ambos durante el embarazo, con la vida.
Poesía para el gran mundo desde el pequeño mundo donde se vive. Poesía en honor de la poesía es la que nos entrega Carlos Medina en ese hermoso autorretrato.
Valeria Nassr. San Salvador de Jujuy, enero del 2005.
Tapa : Esperando la lluvia en Humhuaca. Foto : Sol Goro.
cuídenme
al pintor chileciteño Carlos Cid
dejen ir al trasluz y aquellas nanas
donde supe otoñar de amarillares
con promesas sin gris en mis pinares
con paletas de manos violetanas
dejen ser al carbón de las fulanas
que en el trazo del ir hizo sembrares
al azul del sentir mis cortos mares
y en la gubia del hoy mis blancas canas
vengan ya que en mi pecho tengo flores
renaciendo la vida y los negrores
que me puso en el lomo noches parias
ríe el fuego que soy por tus amores
vuela el hombre que va por tus colores
y tu voz de acuarela en mis plegarias
la siesta
puñal de fuego la calor chuzea
la techumbre senil del rancherío
acuchillando con dolor sombrío
el falaz desadobe que azotea
como que nunca la oración llegara
a libertar con su frescor bendito
al marronero pedernal en grito
del repique que el día propiciara
en rebeldía un changuerío juega
a la pelota y en su sueño siega
un partido mundial toda una fiesta !!!
y el niño grande que esconderse dejo
tras mi corbata de ingeniero viejo
morir desea a manos de esa siesta
vidala de la mamá compañera
cuando Juan cumplía 5 meses de vida
el obstetra dijo que él ya empezaba a escuchar
al compás del “tun – tun” del corazón de su mamá
le escuchamos decir ...
tú que sabes de mis suertes ...
ay ... mami que suerte que te tengo aquí
tú que sabes de mis ruegos ...
ay ... reza conmigo que voy a dormir
que cuando vaya a dormir
que cuando vaya a vivir
que cuando vaya contigo voy a seguir
tú que sabes de mis sueños ...
ay ... sueña conmigo que voy a sentir
tú que sabes de mis penas ...
ay ... pena conmigo que voy a vivir
la creciente
sauceaba siestas el verdor umbrío
en el margen final diciembre en vuelo
todo era calma albur romance en celo
cuando el hombre abusó de su albedrío
con similar humanidad el río
imploró al zenit su desconsuelo
y tormenteó fatal por sí el cielo
la quietud tan ritual del caserío
se desboca en rezongos mal habidos
quien sabrá que traiciones son protesta
cuando cruel enloquece baba en rabia
y arrastrando a su paso sus latidos
negro en aguas se pierde allá con esta
soledad que más lejos se hará sabia